La Cocina de Sandra: CRANBERRY MUFFINS

Me encanta guardar las tradiciones, soy coleccionista y relativamente me alimento de las experiencias y los momentos vividos. Siempre he tratado de cosechar en los míos el amor por lo que representa un hogar y la familia. La forma en que me veo perpetuada en la vida, es saber que mis hijos atesoren cada momento vivido en su hogar; de pequeños o adultos, todos juntos como familia. Ver como ellos en sus familias comuniquen las vivencias obtenidas en su recorrer en la vida a los suyos, no veo otra forma de perpetuarme en la vida, si no es alimentado la vida de otros, de los míos. No se si mi visión es errónea o no, pero eso me define como una persona tradicionalista, claro que sí, por que no, lo admito, amo la historia la tradiciones nuestras y todas las que me gusten y pueda hacerlas mías, no importa de donde vengan.

Una aberración para la gente moderna,no me considero tan vieja, de hecho no lo soy, pero pertenezco al grupo de los que coleccionan y guardan celosamente de sus tradiciones. En ocasiones pienso que eso me limita, para abrirme a cosas y momentos nuevos.

Me siento perdida, cuando pasan los días festivos y veo que no puedo hacer las cosas como me gustan y las he realizado siempre.Eso me saca de orden, tal vez sea algún tipo de autismo u obsesión, de hecho, soy obsesiva, no con la limpieza ni nada de eso, solo en algunos aspectos de mi vida. Eso me afecta, pero en fin hay que aceptar que la vida es un cambiar constante, que nada será igual eternamente. No se cuantos de ustedes sienten igual que yo. Hay ciertas fechas en las me gusta hacer las cosas de cierta manera, planificado, con un horario, visualizo el momento y los detalles con mucho tiempo de antelación y cuando las cosas no se dan, llevo esa frustración hasta el año siguiente.

De esa forma planeo la navidad y los días especiales.Así lo hice desde que tuve un hogar e hijos. Cada día ha tenido un menú, un horario y hasta la forma que todos van sentados en la mesa, que música escuchar, que vestir.... para que todo fuese perfecto.

Ese orden ha ido cambiando con el tiempo, en especial en estos dos últimos años. Ya la mesa, el orden la decoración.la vestimenta, los comensales y el menú no es el mismo, no por que yo lo he decidido, es que todo en la vida cambia.

Así es como llegaron a mi mesa del desayuno de navidad (que de hecho, es una tradición asimilada, por que en este país no es la costumbre, celebrar desayuno de navidad), llegaron estos deliciosos muffins de cramberry, buscando como inyectar cosas nuevas a mis cosas tradicionales; traer nuevas tradiciones a la mesa.

El muffin a diferencia del cup cake es ideal para el desayuno, es menos dulce, no lleva papel y su cabeza en forma de hongo es su distintivo, los puedes encontrar dulces o salados , no hay que decorarlos y su masa es más densa que la de un cup cake. Supone que sean grandes, pero con esto de aprender a comer he decidido hacerlos tamaño "bites", es que no es necesario llenarse, basta con un bocado de cada cosa, aunque aveces sea difícil, lo importante es el disfrutar del momento y el sabor. Con este paso a paso se te dará muy fácil su preparación.

Son deliciosos y formaron parte de nuestro desayuno de navidad que aunque accidentado, cumplió su cometido y razón de ser, pasar un rato agradable con los que amamos para construir nuevas memorias en nuestras vidas, en la que ahora la parte cibernética está incluida. Y así con la modernidad de los tiempos trajimos a nuestra sobremesa a los que amamos y están lejos, un poco como el sabor de estos muffins, entre lo dulce y lo agrio, del estar y no estar, pasamos nuestro día de navidad. Pero siempre dando Gracias a Dios por que lo que importa es que todos estemos bien, cada quien viviendo su sueño y su felicidad.