Son tendencias en la
alimentación, en las siembras y sus procesos. De esa manera vemos como las
nuevas generaciones están dando un vuelco a lo “retro” en todos los
aspectos de la vida. Las decoraciones de los hogares en lo funcional de ellos,
en el uso de energía renovable, en el reciclaje, como se siembra y como se
consume.
Esta es una generación que
regresa a los “basics” esos básicos no
son otra cosa que el sistema de vida de vida que tenían nuestros
abuelos y el que nunca debimos abandonar. La nuestra ha sido una generación de
intoxicación de consumismo, de enfermedades y excesos. Ese es el resultado de
lo que estamos viviendo hoy día.
Estás nuevas generaciones conseguirán su propósito, siempre
y cuando se mantengan apegados a su forma de ver la vida, eso se verá más
adelante.
De alguna manera están
reivindicando a nuestros abuelos, que de lo simple y natural vivían, sembraban y se alimentaban.
Así es la propuesta de hoy,
simple, dulce, natural; el regreso a los básicos de los que nunca debimos
salir. Simplemente fruta, azúcar, agua y fuego. Con estos básicos logramos el
más delicioso dulce que podamos imaginar.
La propuesta de hoy, Dulce de
Toronja, la receta de mi abuela, realizada según los recuerdos de mi padre, a
quien de pequeño mi abuela le preparaba este delicioso manjar.
Las instrucciones dadas según
recordadas por él; cuando de pequeño veía a mi abuela prepararle este delicioso
postre y cito: Debes dejarle la noche
entera en agua, debes escurrir en la mañana, entonces, ella; Cana, hervía la cáscara
(corteza de la toronja), botaba el agua,
volvía la hervía, por tres veces, para
que no quedara amarga.
Y de esa manera fue realizado el
postre, con el mejor recuerdo de mi padre de cómo lo elaboraba su madre, el resultado,
perfecto. Quedando mi padre complacido, rememorando sus años de infancia,
cuando en la cocina veía a su madre prepararle deliciosos dulces.
Por eso amo la cocina, porque nos
transporta, nos lleva, nos une en la distancia con los seres que amamos, con
los que están y los que se han ido, con los que están lejos, con tan solo una
aroma, un sabor, viajamos en el tiempo, rememorando, momentos…
Pensamientos, emociones y
afectos.
Ingredientes
12 a 13 toronjas medianas
6 tazas de azúcar granulada
8 tazas de agua
1 cda. vainilla
3 palos de canela
1 cda. clavos de especias
Procedimiento
Pelar la toronja, cortar en gajos. Retirar la pulpa y conservar la corteza.
En un recipiente cubrir con agua, dejar en agua la noche completa. En la mañana cambiar el agua por una fresca.
Llevar al fuego hasta hervir, tan pronto hierva, retirar del fuego, escurrir el agua, añadir agua fresca hasta cubrir las cortezas, llevar al fuego nuevamente.
Deberás repetir el procedimiento del hervir y cambiar el agua por una fresca por tres ocasiones.
Luego de haber hervido en tres ocasiones, deberás añadir el azúcar
Los palitos o rajitas de canela, los clavos
Añadir la vainilla
Verter las ocho tazas de agua
Hervir a fuego alto
Hasta reducir
Caramelizar sin secar por completo, enfriar en nevera. Servir con galletas y queso.
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