El bacalao nos viene desde los vikingos en Noruega, se dice que que ellos fueron los
primeros en curarlo, allá para el siglo X , quienes para poder sobrevivir durante las batallas
lo conservaban al aire en el clima helado, hasta perder prácticamente todo su peso, lo que
lo hacia duro, tan duro que era algo parecido a la madera . Pronto se hizo popular y se
comenzó a elaborar en secaderos de bacalao, para ser vendido por todos Europa.
Al llegar a España, específicamente a la región norte, colindante con Francia, conocida
como el País Vasco le añadieron la sal, para prolongar su vida de consumo, así como
prolongaban o preservaban la carne.
Este se hizo popular, con la celebración de la Cuaresma y el periodo de abstinencia que
promulgaba la iglesia. Pues por lo barato que resultaba era mucho más fácil para las familias
adquirir el bacalao durante toda la temporada para cumplir con los requerimientos de la
iglesia. Es atraves de los Españoles que este delicioso plato llega a nosotros en las
Américas y el Caribe.
En estos tiempos la historia es otra, pues el elevado precio del bacalao hace su consumo
algo restringido para muchos, que recurren a el consumo del abadejo sometido al proceso
de curación con sal, es mucho más económico y prácticamente su sabor es igual.
En lo personal, así como muchos otros platos de pequeña, no me gustaba por lo que
no lo consumía.
Ya de adulta la historia es una diferente, me encanta consumirlo de todas formas
posibles, desde frito, guisado, al horno, en arroz en ensalada, como entremés , en frituras
o rellenos en fin de las maneras inimaginables posibles en los que pueda elaborarse tan
delicioso festín.
En Puerto Rico el bacalao y el abadejo son consumidos en general por la masa del pueblo.
Pues va con todo, durante todo el año es de fácil adquisición pues se encuentra generalmente
en todos los supermercados y es un producto de gran versatilidad.
El gaspacho tiene la versatilidad de ser un plato para todo tiempo, es ideal para el verano,
por sí solo, sin ningún otro acompañante, en la temporada de la cuaresma cuando muchos
no comen carne, en otoño acompañado con deliciosas vianda y en invierno acompañando un
delicioso arroz guisado. Temporadas para saborearlo sobran, lo importante es
acompañarlo con lo más que desees.
Su versatilidad estriba en que lo puedes acompañar con casi cualquier cosa, en que además
puedes elaborarlo con bacalao o abadejo, según este el presupuesto y prácticamente no
cambia nada, el sabor es prácticamente el mismo.
Debes desalar en un poco de agua por algunos quince a treinta minutos antes de elaborar
por aquello de los que padecen de alta presión y el tema de la sal.
Ingredientes
1 libra bacalao ( en su defecto puedes utilizar abadejo)
Agua suficiente para hervir el bacalao
3 huevos duros
Agua suficiente para hervir los huevos
2 cebollas amarillas medianas picadas
2 pimientos verdes medianos picados
1 1/2 tomate picado en cubos
I aguacate maduro
1 taza de lechuga picada
4 cdas aceite puede ser maíz, canola o oliva (el que prefieras)
Procedimiento
Desalar, por quince a treinta minutos, hervir el bacalao por unos cinco a 10 minutos,
enjuagar, desmenuzar, reservar. Mientras hervir los huevos, bien cocidos, por unos 20
minutos, reservar.
Añadir el bacalao, mezclar
Picar el tomate como vez en la foto, retirar del fuego , añadir el tomate, mezclarPicar la lechuga añadir , retirar del sartén
caliente
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