La Cocina de Sandra: Sopa de Pollo

Esta sopita es perfecta para esos días en que te sientes enfermo o esos días en los que el estomago no toleraría nada de grasas y el simple hecho de ver colorantes o grasas en la comida te repugna.

Siempre la preparo cuando deseo algo caliente, pero a la vez quiero sentir mi estomago limpio y liviano.

Me recuerda cuando era pequeña; cuando me sentía enferma y me preparaban esas sopitas que vienen en cubos, que quedaban amarillas sin gota de grasa y te ayudaban a asentar el estomago, pero en esos tiempos nuestras madres no estaban cocientes del daño que hacían las sopas, por el alto contenido en sodio. De hecho creo que todavía se encuentran en el mercado y hay mucha gente que las prepara, no entiendo como, la realidad es que son muy saladas, demasiado sal para mi gusto.

Esta sopita de pollo hace aquella misma función que buscaban nuestras madres, sin el alto contenido en sal o conservantes, lo que la hace de por sí saludable.

De hecho hasta el caldo de pollo que lleva es hecho en casa, para mantenerla lo más casera posible. En casa siempre tengo a la mano caldo de pollo o caldo de vegetales, los que aprovecho en algunas recetas, economizo y obtengo mejor salud. Abajo en los ingredientes te incluyo el link de la receta del caldo de pollo para que puedas elaborarlo.

Esta es ideal para niños pues no contiene huesos en lo absoluto, es elaborada con pechuga de pollo, sellada mientras la sofríes, para que se mantenga tierna y el caldo aporta el sabor que aportarían los huesos del pollo. Es por ésta razón que queda deliciosa.

Yo acostumbro utilizar el fideo fino (cabello de angel) pero si gustas utilizar uno más grueso es a discreción.

Ideal para la cena, un almuerzo o merienda, estés sano o no lo estés . Para reconfortar tu estomago, tu cuerpo y tu espíritu.